
Silvina Prekajac, autora del libro “Estoy embarazada ¿Cómo sigue mi carrera profesional?”, nos brinda un especie de guíapráctica para intentar resolver una de los mayores desafíos de muchísimas mujeres: ser madres y no perder el paso de la carrera profesional. Consejos, aplicaciones y redes “sororas” donde encontrar trabajos flexibles.
Una exitosa empresaria vuelve a su puesto gerencial luego de una licencia por maternidad y trata de llegar a tiempo a una importante reunión mientrasse extrae leche materna encerrada en
un baño de la oficina; una experta en bienes raíces intenta poner su mejorsonrisa para vender una casa al mismo tiempo que lidia con una fuerte depresión posparto; una psicóloga
que quiere continuar con el desarrollo de su carreratrata de decidir qué hacer al enterarse que está embarazada por tercera vez. Ellas son las protagonistas de Working Moms (Madres que trabajan), una serie canadiense que aborda en clave de comedia los desafíos,problemas y aciertos de ser mujer, madre y trabajadora.
Dejando de lado la ficción, parece extraño tener este tipo de debates en pleno auge del movimiento feminista y de la globalización. Sin embargo, lo cierto es que de acuerdo a un reciente informe de la Asociación Yo No Renuncio, a nivel global seis de cada diez mujeres renuncian a sus carreras luego de ser madres, y cinco de cada diez asumen que –si tuvieran hijos– deberían dejar de lado su desarrollo profesional. “Hoy menos del 6% de los puestos de CEO en Argentina son ocupados por mujeres, somos el segundo país de la región en términos de menor representatividad femenina y acá las mujeres ocupamos menos del 15% de los puestos de decisión. Además, 6 de cada 10 mujeres renuncian luego de ser madres y 8 de cada 10 ejecutivos del país reconocen a la maternidad como la principal barrera para que una mujer pueda crecer profesionalmente en una organización”, explica Silvina Prekajac, autora del libro Estoy embarazada ¿Cómo sigue mi carrera profesional?, una especie de guía práctica para mujeres que están embarazadas y quieren seguir desarrollando su carrera. Silvina Prekajac se decidió a escribir este libro como parte de su experiencia profesional. Licenciada en Administración de Empresas y con un posgrado en Managment, trabajó durante muchos años como gerente de Marketing en la filial argentina de una importante empresa multinacional hasta que dio a luz a Blanca, su primera hija. “En mi empresa tuve muchos beneficios al ser madre. Sin embargo, me pasaba que yo era la única mujer gerente y debido a las licencias y los beneficios por maternidad me terminaba quedando afuera de muchas reuniones y de decisiones importantes”, cuenta.
Pensando en cómo darle una solución a ese problema, en 2018 fundó en Argentina Giving Birth, una consultora para ayudar a que las empresas acompañen y potencien a mujeres profesionales en su maternidad. “Vi una oportunidad enorme de hacer cosas distintas, para que cuando una tenga que hacer uso de esas políticas no vayan en contra del propio desarrollo. Que no sea volver al trabajo pero perdiendo la toma de decisiones, o sí volver pero perdiendo tiempo de calidad con el hijo”, detalla.
La tecnología como aliada
Giving Birth es sólo un ejemplo de cómo los desarrollos de nuevas tecnologías y formas de pensar el trabajo están permitiendo mejorar la relación entre la maternidad y el desarrollo profesional.
NUEVAS FORMAS
DE TRABAJO
El trabajo remoto o home office
es uno de los nuevos formatos
laborales que más benefician a las
mujeres que deciden ser madres
Tal es el caso de Sheworks!, una plataforma pensada para que mujeres de todas las nacionalidades puedan encontrar trabajos flexibles. “Es como un Mercado Libre de talentos, donde empresas de todo el mundo pueden contratar a mujeres con modelos dinámicos de trabajo, como teletrabajadoras, consultoras, freelancers o líderes de proyecto”, explica la empresaria argentina Silvina Moschini, creadora de SheWorks! A través de distintas herramientas y una plataforma web de muy fácil utilización, SheWorks! apunta a contactar a empleadores y futuras empleadas pero con el foco puesto en la movilidad de la mujer, permitiéndole trabajar desde cualquier lugar y respetando los tiempos de su papel como madre.
6 DE CADA 10 MUJERES
A nivel global, seis de cada diez
mujeres renuncian a su carrera profesional
luego de ser en madres. Y, muchísimas,
sin elegirlo conscientemente.
Al respecto, Moschini explica que “cuando se habla de trabajo remoto, o home office, las dificultades que se presentan son la falta de confianza, coordinación y responsabilidad por parte del empleado. Gracias a la tecnología, plataformas como Sheworks! permiten que las empresas puedan ver en tiempo real cómo la persona está avanzando con su trabajo y al mismo tiempo darle la oportunidad de que en el medio pueda llevar a su hijo al colegio o ir a una clase de yoga”. Otros proyectos e iniciativas internacionales similares son Dalia Empower y Organización Flor, dedicadas a brindar capacitaciones para mujeres que quieran acceder a puestos de liderazgo, o Google Launchpad Accelerator for Women, cuyo objetivo es acelerar empresas lideradas por mujeres a través de apoyo económico y de mentoreo.
La situación argentina
Al igual que muchos países de Latinoamérica, Argentina se encuentra en una transición entre modalidades más convencionales de trabajo y la implementación de nuevas tendencias. Según la licenciada y escritora Silvina Prekajac, la oferta es variada: desde empresas que sólo dan pequeños beneficios como la hora de lactancia, hasta compañías que brindan licencias familiares, horarios flexibles, home office o incluso apoyo a mujeres que atraviesan procesos de adopción o de tratamientos de fertilización asistida. “En los países nórdicos, que son referentes en términos de ranking de igualdad de género, lo que más funciona son las licencias parentales. Eso es muy importante porque quita la discriminación y el prejuicio de dejar de contratar a una mujer porque se presupone que va a querer ser madre y que entonces no va a trabajar por unos meses. El hecho de no tener políticas más masivas, que también acompañen a los padres, termina castigando a la mujer de cierta forma, y a veces se vive como una carga. Porque por ser mujer y ser madre no significa que no puedas tener ganas de crecer en lo profesional”, detalla Prekajac.
Para Prekajac, la concientización cultural ocupa un papel importante. Según la especialista, más allá de las medidas concretas es esencial que cada empleado pueda hacer uso de esas políticas sin ser castigado o penalizado en el desarrollo de su carrera. “Cuando uno trabaja en lo cultural el cambio es mucho más a largo plazo, pero mucho más afectivo porque pasa por el convencimiento de cada empleado de que en realidad la diversidad e inclusión es necesaria”, agrega.
PADRES EN CASA
En los países nórdicos, los permisos
parentales permiten compartir la
responsabilidad del bebé. Potencian
la igualdad de oportunidades y
disminuyen la discriminación laboral.
Por su parte, la empresaria y emprendedora Silvina Moschini cree que lo que más falta en Argentina es “educación para que las mujeres tengan las herramientas que necesitan para tomar puestos de liderazgo. Falta la promoción de legislación para permitir trabajos más flexibles, y creo que también falta un ecosistema mucho más desarrollado para sondear a emprendedoras e inversores que aporten valor a mujeres emprendedoras a través de capital y contactos”.
Hablar con una misma
En su reciente libro Estoy embarazada ¿Cómo sigue mi carrera profesional?, Silvina Prekajac desarrolla consejos para aquellas embarazadas que se encuentran de frente con el vértigo de querer ser madres y desarrollar su carrera. Entre sus consejos, la escritora resalta la necesidad de primero ponerse de acuerdo con una misma sobre lo que quiere o no quiere para su futuro. “Preguntarte si querés seguir trabajando siendo madre y para qué. A veces pensás solo en tus hijos y te olvidas de vos, te encontrás avanzando en piloto automático.
LA GRAN PREGUNTA
“Pregúntate si querés seguir trabajando
siendo madre y para qué. A veces pensás
solo en tus hijos y te olvidas de vos,
te encontrás en piloto automático”.
Es necesario salir de esas verdades que están ahí instaladas, con este modelo súper trillado de madre ama de casa y hombre proveedor. “Salta todo el tiempo la cosa de la culpa. Esa idea de que si una se conecta con el trabajo está descuidando su rol de madre. Lo que intentamos es dar el espacio para que -si está el deseo- haya un contacto incluso antes de volver al trabajo: planificar el regreso, planificar objetivos y tener responsabilidades que te den ganas de volver. Que no sea un salto desde los pañales al escritorio de la oficina”. Y agrega: “Una vez tomada la decisión por una misma, después te podés parar en un lugar diferente y plantearle a tu jefe la importancia de volver a trabajar pero con un esquema diferente. “Si una sabe el valor que tiene y cómo pararse, seguro los resultados van a ser muy distintos que si una va pidiendo perdón. Para quienes tienen pareja, también es importante ver cómo plantearse los roles y ver de qué manera ayudarse mutuamente”.
Para la psicóloga Diana Trajtenberg, profesora de la carrera de Psicología de UADE (Universidad Argentina de la Empresa), es importante no hacer caso omiso a la movilización emocional que se genera con la maternidad y darse el espacio para compartir con el niño o niña durante sus primeros meses de vida sin dar lugar al sentimiento de culpa por estar dejando de lado el trabajo. “Hay que ceder y postergar, dedicarse al bebé para que pueda construirse una base de apego seguro en los primeros meses. Es la base para la futura formación de personalidad, identidad y autoestima del niño. Pero es muy saludable que, si la mujer quiere volver a trabajar, pueda ir reincorporándose a su proyecto profesional. Hay que aprender a no autoexigirse tanto en cuanto a la excelencia, al menos por un tiempo, en lo laboral como en la maternidad. No hay que querer ser una supermujer, porque es una exigencia demasiado fuerte. Hay que tomar este tiempo con calma y como un nuevo desafío”. •